sábado, 14 de enero de 2012

RESPUESTA A " ¿ te espero a cenar a la hora de siempre ?


La Jefa de enfermeras se detuvo ante la heladera y con esa voz neutra
 que cuidadosamente en años aprendiera a impostar haciendo imposible pensar su tesitura-en-color-emocion-urgencia diciendo "te amo",dijo:
_Seguro ya no hará mas autopsias hoy,entonces la guardo.
_Contesto  a mi esposa,y sigo mi trabajo ¿ya la identificaron ?
_Sí,doctor. Su abuelo dijo que vivía sola;la encontró dormida y nos llamó a la Guardia.
_Sí..._ y escribió con tedio"Absens non dicitur reversurus "
La mujer se encogió de hombros y salió silenciosamente.

Después de encender el cigarrillo,miró a la chica.Un rostro tan plácido y tranquilo le hizo pensar en el poema que estaba leyendo de Los durmientes
sin sueño, de Noé Ortega

“yo le he traicionado y he traicionado al mundo por ella,
por esa niña que de vida en vida reencuentro,
la durmiente sin sueño,
la guía del fin −¡oh mi muerte!”
RENÉ DAUMAL
 
 
Lanzad una bengala
en la noche de mis ojos.
 
Dentro de mí sólo hay una esfinge hueca,
corales de ceniza, perlas oscuras
como el agujero negro hacia el que se precipitan
las águilas talladas en la piedra de mi infancia.
 
Lejanos están la luz y los cristales húmedos
que presenciaron la pureza, el hallazgo,
el estallido del labio contra la piel volcánica.
 
Lanzad una bengala
en la noche de mis ojos
y descubriréis las cavidades
en las que el viento es pantera.
 
Pero nunca veréis los peces oscuros,
las constelaciones desmoronadas
que nadan lentamente
en las profundidades ignoradas de mi noche.
 
*
 
Es verdad cuando digo
que he visto en el cielo una ola calcinada.
 
Es verdad cuando escucho las flautas forestales
y su música bajo la herida abierta.
 
Es verdad cuando toco en las vetas de la madera
el humo que surge del canto de los búhos.
 
No me importa si no me creéis.
 
Voy a escapar.
 
Quiero descubrir el lugar
en que lloran los caballos amarillos.
 
Quiero recoger las alas desprendidas
del envés de la sombra.
 
Quiero anidar en el viento,
besar la nieve virgen,
tocar las crines anheladas de la noche.
 
Pondré una flor de juguete
entre los dientes del caimán.
 
No me importa si no me creéis.
 
Será más fácil huir
si pensáis que estoy loco.
 
*
 
He escapado sin hacer ruido:
no es bueno asustar a los pájaros dormidos.
 
Ahora sólo quiero romper
la rama más frágil de vuestro oído
y desaparecer más allá de mis huellas.
 
Atravesar el viento blanco de la ceguera.
 
Ahora sólo quiero encontrar la gran piedra negra
y dormirme bajo sus líquenes,
y poder oír la lluvia
golpeando por siempre
contra su piel hermosísima:
así es el rito mineral de la tristeza.
 
Y ser antiguo
como la lluvia y sus serpientes licuadas en lágrimas.
 
Y ser antiguo
como el anzuelo sumergido en el océano sin luz,
en el océano sin tiempo.
 
Algún día tú también vendrás
a dormir debajo de la piedra.
Yo estaré allí, escuchando el sonido de la lluvia.
 
No esperes que te reconozca.
 
*
 
He olvidado el sabor de las cosas,
el tacto de la piel,
el camino que lleva al centro
del bosque blanco que existe en cada labio.
 
Sólo recuerdo a una mujer.
 
Inhalo el humo invisible
que desprenden sus cabellos,
el incienso de una hoguera
construida sobre el frío de sus manos.
 
En su pecho se marchitan
las flores negras de los dormidos.
 
Bajo sus párpados se adivina
el martillo sin peso de la nieve.
 
Así es ella:
la mujer que flota sin vida
sobre las aguas inmóviles de mi memoria.

Se sirvió una taza de café y buscó para "ELLA ",musica de Schumann.
Por los ojos entreabiertos descendió una lágrima que opacó los cielos inundando los Universos de pureza y esperanza del dia de un DÍA en el que
ELLA y él se besarían como el Cielo y la Tierra,sellando el abrazo definitivo.