«Coloqué la perla en la palma de mi mano. La observé por todos los lados:. tenía el mismo aspecto desde todos los lados. Así es la búsqueda del Hijo, inescrutable,. pues es totalmente luminosa. En su limpidez vi al Límpido que no se opaca.
En su carácter indivisible, vi la verdad!
(Himno sobre la Perla 1, 2-3). San Efren ( 306 - 377.)
Qué quiere que le diga si ni yo mismo podía dar crédito a la vista que me devolvía el aburrido marco de mi ventana al regresar de mis tediosos domingos .
Pero, ESTABA ALLÍ,como una ¿ LUZ ? transfigurada...como si bailara para el dueño de su danza ...como si la chica hubiera desaparecido meditando a las 4 de la mañana .Sin saberpor que razon me preguntaba angustiadísimo si antes había reparado cuando la cruzaba tantas veces por las calles y las plazas con su alegre rostro siempre absorto en una Otra realidad como podía atisbar en el Océano transparente de sus ojos ...¿ había reparado comohoy que ella SIEMPRE andaba por la vida como si la danzara ?.Y ahora la VEÍA,danzandocomo el humo del sándalo ycon esa expresion tan lejana misteriosamente iluminada.
Habituado a entrar y salir del Tiempo cuántico- todo ALLÍ,enfoqué con mi cámara
a la ventana,enmarcando como un Cuadro que llevará el Nombre de la fugacidad
de mi expresion "¡ tunc vidi ! ".
De lo que sí,estoy seguro,lo que olvide mi retina se encarnará en mi
corazon memorioso : su poética figura que dió sentido al domingo sin
sentido de mi caótica vida...no sé si su rostro,porque su rostro tenía
cientos de ojos,como los Angeles ,SÍ el ¿movimiento ?;era LUZ que danzaba
vertiginosamente como si cantara al Latido del ÚNICO CORAZON que la
inundó de su Ternura.
